sábado, 22 de enero de 2011

A veces

A veces no sabes porque la gente no te cree cuando dices la palabra AMOR en mayúsculas.

A veces no entiendes porque hay personas capaces de mentirte solo porque quieren tenerte cerca, porque son egoístas y les gusta sentirse bien contigo al lado.

A veces no entiendes como un simple instante puede hacer que tu vida cambie para siempre.

A veces crees tener la llave de todo el planeta y abrir y cerrar puertas sin ni siquiera haber pedido permiso antes.

A veces nos engañamos diciendo: "Esa persona ya volverá, cuando todavía no se ha ido."




A veces, sentimos la necesidad de salir   corriendo y dejarlo todo.

A veces descubrimos cosas que nos gustaría no haber descubierto jamás.

A veces estamos solos, pese a estar rodeados de mucha gente.

A veces no queremos afrontar la realidad y preferimos vivir en nuestro sueño.

A veces la soledad es nuestra mejor compañía.


A veces te da rabia, ser mucha mujer, para la persona que amas.

A veces no entiendes como una persona puede ser tan cariñosa contigo y hacerte sentir la persona más especial.




A veces prefieres ocultar tu rostro.

A veces la vida nos sorprende con cosas maravillosas, cuando esperábamos que nada sucediese.

A veces nos cruzamos con personas que alumbran nuestro camino, unas pocas horas.

A veces, ríes hasta morir con la persona que menos te esperas.

A veces la vida te regala momentos mágicos, que desearías que se quedasen ahí para siempre.

A veces descubrimos que somos más fuertes de lo que pensábamos o a veces pensábamos que éramos más fuertes y descubrimos que en realidad no lo era.

A veces te prometes a ti misma que será la última vez, pero enseguida caes.

A veces llaman a tu puerta y no es la persona que te esperabas encontrar.

A veces todo es una mierda, pero rápidamente, te levantas y vuelves a empezar.

A veces regalamos cosas bellas a las personas que no se lo merecían.


A veces no sabemos a donde dirigirnos.

Y en este caso, es mucho mejor, pararse y bajarse del mundo. Sonreir, agarrarte con fuerza y volver a subirte a tu tren.


domingo, 9 de enero de 2011

CHARIOTS OF FIRE

.http://www.youtube.com/watch?v=L-7Vu7cqB20&feature=fvw
De mi época gloriosa con el atletismo.....Esta película y su banda sonora  me traen muchisimos recuerdos



La imagen llegando a la meta, siempre estará en mi memoria.
Después de unos cuantos kilometros corriendo, con la cabeza solo pendiente de llegar a la meta y de tener pendiente tu estrategia de victoria. Ya estás llegando a la curva y oyes a la gente animando, chillando, gritando tu nombre. A veces tienes que hacer un último sprint final y adelantar a los que tienes delante, los cuales exhaustos, miran como les pasas y hasta aplauden tu gran carrera, en otras, en cambio, tu compañero de carrera se ha caído, te paras, le agarras del brazo y juntos entrais en la meta, gesto que luego agradecen. En otras en cambio, una gran caída y un tobillo torcido te impiden llegar a la meta de la manera que querías, pero una gran atleta, nunca nunca abandona, ese día tampoco lo olvidaré. A la salida del pito, cuando corría para coger la cabeza de carrera y juntarnos las ocho o diez que siempre estábamos ahí, alguien me empuja, caigo al suelo nada más girar la primera curva, mi tobillo se tuerce y una mueca de dolor inunda mi cara, pero nunca se ha de tirar la toalla, seguí la carrera.

Todavía recuerdo mi primera carrera, era en el Cross del Aldovea, corriamos 300 personas, ese día, mi nerviosismo me hizo no dosificarme y acabar la numero 120. Pero aprendí para las siguientes, me entrenaba duro y hasta altas horas de la noche. Esperaba ansiosa el gran dia de la carrera, mi meta, terminar la primera y hacer tiempos, para poder federarme y que me seleccionasen para el equipo de alcobendas. Las carreras iban llegando, el inter-centros por colegios. Dependiendo de las distancias y de conocer a tu enemigo, te preparabas la carrera de una u otra manera. Cuando corrias 1.000 metros, una de las mas duras, era todo velocidad y fondo, salias disparada para coger la cabeza y pelearla hasta la meta.
Pero las dos carreras más bonitas que recuerdo, son la que fue un año después del atentado del 11M. Me acuerdo que el viernes 11 de Marzo yo me levantaba para correr el Cross del Aldovea, pero se suspendió, pues ese año, me prometí llegar la primera a la meta, mirar al cielo, levantar el brazo y dedicársela a todas las personas que habían fallecido o que habían perdido a seres queridos. Sonó el disparo, me puse la primera y fue toda la carrera, que esta vez eran 3 km y 800 m a la cabeza, cuando tomé la curva, sacaba una distancia larga a la segunda, corrí todavía más, levanté el brazo, miré al cielo y lloré. Esa carrera tenía dos dedicaciones especiales, a mi tio que acababa de fallecer hacía dos años y le prometí dedicarle todas mis carreras y nunca nunca abandonar el atletismo, cosa que desgraciadamente, tuve que hacer, los estudios y la falta de ayuda en mi colegio, hacían incompatibles, ambas cosas. La segunda carrera, fue en el colegio Sagrados Corazones. Había muchísima gente presenciando la carrera, entre ellas una persona, que ahora más adelante os diré quien era. Empezó la carrera y yo la veía chupada, total que empecé despacito, dando confianza a mis compañeras de carrera, cuando de repente mi entrenador me pegó un grito y me dijo: " ¡Qué coño haces la última!! Ponte la primera ya!" Le miré, le guiñé un ojo y le dije, tranquilo, ahora mismo voy. Empecé a subir el ritmo, una a una iba adelantando a todas, hasta que a cuatro vueltas del final, me puse la primera, sacado 10 minutos de diferencia al resto. Llegué tranquilamente a la meta, con aplausos y murmullos de que gran atleta, esta chica llegará muy lejos. Cuando terminé la carrera, se me acercó ese Señor, al cual he ido a presentar antes y me dijo: " Gabriela Martínez-Gil llevo años presenciando carreras y ninguna ha sido tan bonita como la que acabas de regalarnos. Gracias. Por si no lo sabias, soy el representante de muchos deportistas de colegios, es una lástima que olvidase su nombre."

La verdad que si puedo decirlo. El atletismo es lo que mejor se me ha dado siempre. Encontré lo que me hacía disfrutar. Siempre dejaba mi forma caracteristica de correr, incluso tengo una anectoda muy graciosa. En una carrera, como era muy bajita, iba la primera y el juez de pista, pensaba que era la ultima de la carrera anterior y me hizo repetir la vuelta... Al finalizar, se acercaron mis padres, mi entrenador del colegio y mi entrenador del club al que estaba federada para explicarle lo que había pasado.

Pues esto es todo, esta fue mi vida del atletismo.